lunes, 4 de abril de 2011

Instalación de la imprenta en España

La imprenta llegó a España relativamente tarde respecto a su llegada a otros países europeos, principalmente por la situación geográfica de nuestro país, ya que al ser una península y estar en un extremo del continente, sus vías de comunicación no resultaban tan fáciles como en otros países.

El establecimiento de la primera imprenta en España se produjo en la ciudad castellana de Segovia. En 1466 el obispo Juan Arias Dávila había llevado a cabo la fundación del Estudio General de Segovia con ayuda de Enrique IV de Castilla, y ante la necesidad de proporcionar obras para sus estudiantes, hizo llamar en 1469 al impresor alemán Juan Párix, de Heidelberg. Se desconoce el edificio que albergó su taller, del que salió el primer libro impreso en España: el Sinodal de Aguilafuente, una recopilación de las actas del sínodo de la diócesis celebrado en Aguilafuente en el mes de junio de 1472.

A partir de entonces se comenzó la instalación de numerosas imprentas por todo el territorio español: en Sevilla la primera impresión data de 1473, donde se imprimió la conocida Bula de Guinea; en Burgos se realizó en 1483, y entre sus más de 90 obras cuenta con la primera edición de la Comedia de Calisto y Melibea (de Fernando de Rojas), posteriormente llamada La Celestina.



 Edición impresa de La Celestina


Durante el resto del siglo XV continuaron instalándose en España imprentas en diversas localidades, por lo que cuando terminó el siglo había casi una treintena de imprentas en toda España

Asimismo, las imprentas españolas y europeas se nutrieron en un primer momento del papel fabricado en España, más concretamente en Játiva. Esta fábrica comenzó a funcionar alrededor del año 1000, y fue la única en Europa hasta mediados del siglo XIV. Posteriormente se empezó a usar papel fabricado en Italia y Francia.

Fente: wikipedia en español.

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